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La desinformación, la posverdad y las noticias falsas son la consecuencia de la compleja interacción entre disrupción tecnológica, comunicación interpersonal colectiva y acción sociopolítica. Se analiza el impacto de los contenidos producidos por el hacktivista Julian Assange [1] y su organización WikiLeaks en apoyo al proceso independentista catalán durante el último trimestre de 2017. Se capturaron 1.708.087 de publicaciones únicas en Internet, un 99,85% en Twitter, con una tasa de viralización del 93%. Los 50 tweets más virales de los temas de investigación se analizaron cualitativamente con el objetivo de identificar los patrones de desinformación subyacentes. Los resultados de la investigación 1) en la medida en que la desinformación favorece la coherencia y supervivencia de la propia cosmovisión identitaria, su principal valor reside en su utilidad nacional y 2) la desinformación no persigue la coerción de la mentira o la falsedad, propio de la propaganda totalitaria, sino la libertad de los ciudadanos para elegirla de forma voluntaria. [1] Los autores tienen permiso documentado del Institutional Review Board for Protection of Human Subjects in Research (IRB) de la UNED.
Misinformation, post-truth and fake news are the consequence of the complex interaction between technological disruption, collective interpersonal communication and sociopolitical action. We analyzed the impact of content produced by the hacktivist Julian Assange [1] and his WikiLeaks organization in support of the Catalan independence process in the last quarter of 2017. A total of 1,708,087 unique results were retrieved from multiple streams of Internet data, of which 99.85% is from Twitter with a 93% viralization rate. The 50 most viral tweets were analyzed qualitatively to identify the underlying misinformation patterns. The research findings show 1) the extent to which such misinformation favors the internal logic, coherence and survival of the independence worldview, whose main value lies in its national utility and 2) misinformation does not use the coercion of lies or falsehoods typical of totalitarian propaganda, but the freedom of citizens to voluntarily engage. [1] We get documented permission from Institutional Review Board for Protection of Human Subjects in Research (IRB) from the UNED.
