Este trabajo analiza las propuestas de reforma del SECA, presentadas tras la crisis humanitaria de los refugiados. Se indaga en profundidad los aspectos más relevantes de los dos paquetes aprobados por la Comisión Europea en 2016 y del nuevo pacto sobre migración y asilo, presentado el 23 de septiembre de 2020, comparando las aportaciones, los fallos y los niveles de protección que estos instrumentos podrían asegurar, con el fin de determinar si podrían transformar el SECA y cómo. Si bien, y aunque el examen del nuevo pacto, a la vista de su reciente publicación, no cuenta con más elementos de referencia y contraste, se puede avanzar que lo que se pretende con el mismo es aportar solo cambios de fachada dirigidos a reforzar la dimensión securitaria de este ámbito y a satisfacer a los países más reticentes a una integración más profunda