Las elecciones de octubre de 2018 en Brasil han estado marcadas por la victoria de Jair Bolsonaro y de su formación de extrema derecha, el Partido Social Liberal (PSL). Misógino, homófobo, racista y rodeado de partidarios del regreso de los militares al poder, Bolsonaro encarna una corriente política que había mantenido un perfil bajo en América Latina desde el final de las dictaduras.