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La lucha contra el extremismo violento ha sido descrita por las Naciones Unidas como un componente fundamental de la lucha antiterrorista. Con el fin de erradicar condiciones que puedan conducir a la comisión de actos terroristas, los estados miembros han de establecer alianzas con la sociedad civil y elaborar estrategias acordes a los contextos individuales. Los ataques de Barcelona de agosto de 2017 refuerzan la idea de que España necesita de una estrategia que permita prevenir la radicalización, identificar individuos antes de que supongan un riesgo real e intervenir para desincentivar la progresión hacia la violencia o desvincular a aquellos en contacto con el extremismo yihadista. Este trabajo propone un enfoque holístico que permite elaborar estrategias de comunicación efectivas que presenten una alternativa real a los valores y emociones explotados por los yihadistas.
Countering violent extremism has been described by the United Nations as a key component of the fight against terrorism. In order to erradicate conditions conducive to acts of violence, member states must create alliances with civi society and elaborate strategies tailored to individual contexts. The Barcelona attacks from August 2017 reinforce the idea that Spain requires a strategy that prevents radicalization, identifies individuals before they become an actual risk and intervenes to avoid progression into violence and disengage those already in contact with jihadist extremism. This work proposes a holistic approach that enables the elaboration of effective comunication strategies whih present a real alternative to the values and emotions exploited by jihadists.
