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La cuestión prejudicial europea, origen de las principales contribuciones judiciales al ordenamiento jurídico de la Unión Europea, se ha considerado tradicionalmente como un instrumento original en el Derecho internacional. Sin embargo, como se sostiene en el presente artículo, este procedimiento de la UE tenía un precedente en el procedimiento de remisisón del Convenio Germano-Polaco para la Alta Silesia de 1922. El Convenio Germano-Polaco estableció las consecuencias legales de la división del territorio y las condiciones jurídicas que habrían de regirlos durante un periodo de 15 años. El Convenio creó un Tribunal Arbitral atribuyéndole, entre otras, la competencia para dictar sentencias a título prejudicial sobre la interpretación del Convenio cuando las autoridades administrativas o judiciales de los Estados Parte le remitieran el caso (evocación). Tras una breve descripción de los antecedentes históricos el artículo analiza, desde una perspectiva procesal, el común objetivo de ambos procedimientos, y sus diferencias en relación con las consecuencias que para el procedimiento nacional se prevén en caso de falta de planteamiento de la cuestión para que se dicte una sentencia con carácter prejudicial.
