Argentina
Introducción: el trabajo surge de la inquietud hacia las experiencias y formas de subjetivación de género de mujeres militantes de organizaciones armadas en la Argentina de los años 70. Se entiende que sus singulares derivas en mujeres-militantes constituyen procesos de interpelación crítica a las construcciones victimizantes presentes en las tecnologías (generizadas) de memorialización. Método: para su indagación y análisis, se realizaron entrevistas biográfico-narrativas con dos mujeres que ocuparon puestos de responsabilidad dentro de la organización político-militar Montoneros, en las que se hace hincapié en el entrecruce de sus experiencias políticas y personales. Resultados: si bien no eran todavía mujeres permeadas por la teoría de género, sus narrativas revelan una “actitud feminista ante la vida” y una radicalización performática de la premisa “lo personal es político”, en tanto las prácticas de militancia funcionaban —y hasta la actualidad— como lugares nodales, y privilegiados, de producción de deseo. Conclusión: las informantes, a través de su “hacer experiencia” militante, rearticularon formas novedosas de ser-mujeres, problematizando la ideación femenina como grupo identitario homogéneo y despolitizado.
Introduction: This article arises from a concern towards the experiences and forms of gender subjectivation of women belonging to armed organizations in Argentina in the 1970s. It is conceived that their unique drifts in women-militants constitute processes of critical interpellation to victimizing constructions of (gendered) memorialization technologies. Method: For this, biographical-narrative interviews were conducted with two women who held positions of responsibility within the Montoneros political-military organization, emphasizing the intersection of their political and personal experiences. Results: Although they were not permeated by gender theory yet, their narratives reveal a “feminist attitude towards life”, and a perfomatic radicalization of the premise “the personal is political”, while the militancy practices functioned —and until today— as nodal and privileged places of desire production. Conclusion: The informants, through their militant “doing experience”, rearticulated new forms of being-women, problematizing feminine ideation as a homogeneous and depoliticized identity group.