La nueva Ley 13/2022, de 7 de julio, General de Comunicación Audiovisual mantiene el régimen regulatorio establecido por la anterior Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual en materia de licencias y comunicación previa. La principal particularidad de la actividad audiovisual se desarrolla en régimen de competencia, pero utilizando un recurso limitado, generalmente -el espectro audiovisual-. En el presente artículo se analiza cómo, a pesar de los avances técnicos operados y las críticas vertidas al anterior sistema, la nueva Ley no aborda a fondo los criterios que deben tenerse en cuenta en el concurso público para la adjudicación de licencias, ni implementa mecanismos efectivos de control para el cumplimiento de las condiciones de los licenciatarios privados. Se examinan, igualmente, los posibles criterios que deberían haberse incluido en la nueva Ley, las ventajas de la subasta frente al concurso, así como la conveniencia de que sea un organismo independiente —o en su defecto, la CNMC—, la que otorgue las licencias.
The new Audio-visual Communication Act maintains the regulatory regime established by the previous Law 7/2010, of March 31, General of the Audio-visual Communication in matters of licenses and prior communication. The main particularity of the audio-visual activity is developed in a regime of competition, but using a limited resource, generally —the audio-visual spectrum—. In this article we analyse how, despite the technical advances and the criticisms of the previous system, the new Law does not thoroughly address the criteria to be taken into account in the public tender for the award of licenses, nor does it implement effective control mechanisms for the compliance of the conditions of the private licensees. The advantages of the auction compared to the contest are also examined, as well as the convenience of an independent body - or alternatively, the CNMC - granting the licenses.