Uno de los problemas que afronta la fiscalidad de la economía digital radica en saber si el comer-cio electrónico se puede incluir en la expresión «establecimiento permanente». Tradicionalmente, se ha entendido que un establecimiento permanente es un lugar fijo de negocios, es decir, un espacio físico o punto geográfico determinado en el que una empresa realiza toda o parte de su actividad.En el presente trabajo analizaremos si las páginas web y las aplicaciones se pueden conside-rar establecimientos permanentes debido a los cambios semánticos producidos en la lengua española.
One of the problems facing the taxation of the digital economy lies in whether electronic commerce can be included in the term «permanent establishment». Traditionally, a permanent establishment is known as a fixed place of business, a specific physical space or geographical point in which a company partially or totally develops its activity.This work analyzes if web pages and app can be considered «permanent establishments» due to the semantic changes produced in the Spanish language.