Este artículo reflexiona basándose en datos recopilados en Portugal e Inglaterra, y sobre la política reciente, para analizar como se está desarrollando la autonomía que tienen los colegios para proveer educación secundaria. Las políticas permiten la autonomía y a la vez ejercen el control, y por tanto selectivamente obstruyen la autonomía y a la vez ejercen el control, y por tanto selectivamente obstruyen la autonomía, la innovación y el juicio profesional. El tipo de autonomía que tienen las escuelas es una autonomía para hacer cosas determinadas, y para resolver problemas determinados, pero no todas las exigencias educacionales derivadas de la necesidad de consolidar la expansión. La autonomía consiste en resolver problemas selectivamente a lo largo de cuatro secciones principales.