En este artículo se ofrece una amplia visión de la ciudad creativa, explicando las diferencias de rendimiento y recuperación de distintos lugares creativos del Norte Global. Covid-19 se presenta, tanto como un choque estructural para las ciudades creativas, como un momento oportuno para revisar el modelo de ciudad creativa, desarrollar nuevas lecturas de la ciudad, así como proporcionar nuevas oportunidades para la recuperación post-Covid.
El artículo argumenta como las ciudades creativas deberían considerarse como un ciclo de vida creativo con cuatro fases distintas, en lugar de un modelo estático, en el que cada ciudad requiere un apoyo político muy diferente. Además, necesita de una visión más amplia de los actores creativos, no sólo como productores y consumidores, sino también como inversores, responsables políticos y Universidades, proporcionando una base más amplia para diseñar diferentes estrategias de recuperación, que tengan en cuenta las diferentes áreas en las que se puede obtener valor.
A partir de este diferente enfoque, se considera que conjuntos más amplios de competencias creativas impulsan el crecimiento económico, gran parte del cual se produce en ámbitos no creativos y cívicos de la economía.
In this paper, an expanded view of the creative city is offered to explain the differences in performance and recover of different creative locales in the Global North. Covid-19 is presented both as a structural shock for creative cities and an opportune space to review the creative city model, develop new readings of the city, as well as provide new opportunities for post-Covid recovery. The paper argues that creative cities should be viewed as a creative life-cycle with 4 distinct phases, rather than a static model, with each city requiring very different policy support. Also, a wider view of creative stakeholders as not just producers and consumers but also investors, policy makers and universities provides a broader basis for designing different recovery strategies, which consider the different areas in which value might be derived. In this different approach, wider sets of creative skills are viewed as driving economic growth, much of which occurs in non-creative and civic areas of the economy.