Alain Garrigou
Se diría que la animación política que suscitan en Francia las elecciones presidenciales de abril de 2022 ha hecho olvidar el excepcional nivel de abstención de los últimos comicios municipales, departamentales y regionales. Especialmente, entre las clases populares y los jóvenes. ¿Qué ha pasado? ¿Una tradición histórica que se remontaba a 1848 habría llegado de repente a su fin?