Juan Carlos Mougán Rivero
En general, la tarea docente ha estado comprometida, de acuerdo con una moral laica de orientación racional, con la divulgación del conocimiento. Bajo el paradigma de la concepción liberal e ilustrada, se entendía que dicha tarea contribuía a la mejora del individuo y a la consecución de un mundo mejor. La crisis postmoderna de la educación liberal ha supuesto el desencantamiento de la ética de la profesión docente y ha suscitado reacciones que suprimen o minimizan su compromiso con la promoción de valores cívicos. Frente a ello se defiende el carácter político de la función docente y se argumenta a favor de la necesidad de redefinir este perfil profesional desde una perspectiva que acentúa la importancia que el sistema de enseñanza bajo control público y el profesorado tienen para el mantenimiento y la profundización en la democracia.