El objetivo de este artículo es el análisis del Manifiesto por una Pedagogía Post-crítica, publicado por Hodgson, Vlieghe y Zamojski en el año 2017. Este manifiesto anuncia cinco principios que impulsan a la pedagogía post-crítica hacia una redefinición de los marcos de la educación y la formación. Presentamos acuerdos y desacuerdos respecto a estos cinco principios en base a la siguiente creencia: resulta necesario superar la reducción de la educación a una vía de adaptación y/o movilidad social, ya que la finalidad última de la pedagogía post-crítica debe ser profundizar en el desarrollo del sujeto pedagógico. El resultado de la investigación nos permite abogar por una pedagogía que, sujeta a la realidad y a lo que las cosas son, se erija en «una meta-en-sí», habilitada para analizar y reubicar las posibles instrumentalizaciones. Esto nos lleva a demandar una reformulación de lo social y lo político en tanto reclamo y revelación de ciertas distorsiones existentes, pero también en tanto intersección que aglutina los retos de la pedagogía. Se llega a la conclusión de que, a partir de una hermenéutica que vaya más allá del contraste entre comprensión y explicación, la esperanza puede brindarnos la oportunidad de conseguir que ciertas oportunidades y algunos retos sociales conviertan a las utopías en compromisos. Y lo hacemos porque concebimos la esperanza como una actitud generadora de transformaciones y como una aspiración articuladora de acciones humanas, no como un recurso quimérico que pretenda evitar la concreción de las directrices profesionales normativas que atañen a la pedagogía.
The objective of this article is the analysis of the Manifesto for a Post-critical Pedagogy, published by Hodgson, Vlieghe and Zamojski in 2017. This manifesto announces five principles that drive post-critical pedagogy towards a redefinition of the frameworks of the Education and training. We present agreements and disagreements regarding these five principles based on the following belief: it is necessary to overcome the reduction of education to a path of adaptation and/or social mobility, since the ultimate purpose of post-critical pedagogy should be to deepen. The development of the pedagogical subject. The result of the research allows us to advocate for a pedagogy that, subject to reality and to what things are, becomes «a meta-in-itself», enabled to analyze and relocate possible instrumentalizations. This leads us to demand a reformulation of the social and the political as a claim and revelation of certain existing distortions but also as an intersection that brings together the challenges of pedagogy. It is concluded that, based on a hermeneutic that goes beyond the contrast between understanding and explanation, hope can give us the opportunity to get certain opportunities and some social challenges to make utopias into commitments. And we do it because we conceive hope as an attitude that generates transformations and as an articulating aspiration for human actions, not as a chimeric resource that seeks to avoid the realization of the normative professional guidelines that pertain to pedagogy.