La súbita declaración de quiebra (concurso de acreedores en España) de la compañía Thomas Cook, uno de los gigantes del sector turístico, el día 23 de septiembre, y el cese de sus operaciones, también de forma inmediata, ha generado, como no podía ser de otro modo, sobre todo atendiendo al número de turistas afectados, un gran caos en los aeropuertos y ha convulsionado de forma notable al sector turístico español, fundamentalmente, en Canarias y en Baleares.