La relación entre educación e inclusión en el contexto andino puede analizarse considerando 4 desafíos. El primero, acceso a la educación , ha tenido una mayor visibilidad en las acciones de los gobiernos y ha supuesto en general avances destacados en la extensión de la cobertura en educación inicial y en secundaria, además de la práctica universalización de la primaria. El segundo, acceso equitativo a condiciones materiales básicas para el aprendizaje , ha estado presente a través de programas de atención integral, que han venido aportando alimentación, salud, vínculos comunitarios y familiares e incentivos económicos a los niños más pobres, en especial a la primera infancia. El tercero, acceso a logros educativos de calidad , está más relacionado al currículo y presenta mayores dificultades: rendimientos escolares bajos, especialmente en zonas rurales; brechas educativas que reflejan desigualdades sociales; deficiencias y limitaciones en las capacidades pedagógicas de los docentes, que se traducen en malos desempeños aún contando con currículos innovadores. Finalmente, el cuarto, la inclusión educativa como reflejo de la inclusión social y cultural de todos los grupos sociales , es el que presenta mayores problemas y desafíos: problemas de convivencia, integración y cohesión social en las instituciones escolares, de ciudadanía y de no reconocimiento del otro como sujeto con iguales derechos. Si bien este problema es expresión de un contexto social inequitativo, surge la pregunta por las posibilidades y responsabilidades que la educación, escuelas y educadores podemos y debemos asumir.
The relationship between education and inclusion in the Andean context can be analyzed considering 4 challenges. The first, access to education, has had greater visibility in the actions of governments and in general, has been transformed into leading advances in the extension of coverage in early and secondary education, in addition to the practical universalization of primary education. The second, equitable access to basic material conditions for learning has been present through comprehensive care programs, which have been providing food, health, family and community ties and economic incentives for the poorest children, especially the first childhood.
The third, access to quality educational achievements, is more related to the curriculum and presents major difficulties: low school performance, especially in rural areas;
educational gaps that reflect social inequalities;
shortcomings and limitations in teaching capacities, which translates into poor performances even with innovative curricula. The fourth, educational inclusion as a reflection of social inclusion and cultural development of all social groups is the one that presents greater problems and challenges: problems of coexistence, integration and social cohesion in schools, citizenship and non-recognition of the other as an individual with equal rights. While this problem is the expression of an inequitable social context, the question arises as to the possibilities and responsibilities that education, schools and educators can and should assume.