¿Quiénes pasan por ser los menos ingenuos entre los hombres? Los políticos, que son profesionales de la picaresca, y los expertos, hábiles distinguiendo lo verdadero de lo falso. Ahora bien, resulta que dos charlatanes, desconocidos en el mundillo, pero acreditados por una elite proveniente de la Escuela Politécnica y de la Escuela de Minas, hicieron bailar durante tres años a las más altas dignidades del Estado francés.