Dentro y fuera: dentro, cuando se trata, con el apoyo del Gobierno francés, de obtener contratos, de proteger sus inversiones, de orientar las políticas públicas; fuera, cuando la multinacional, libre de cualquier tipo de tutela gubernamental, puede defender mejor los intereses de sus accionistas, en su mayoría extranjeros. Pero, ¿por qué continúa siendo Francia tan obstinadamente fiel a la compañía energética Total?