El presente trabajo tiene como objetivo el comentario a la sentencia del TJUE de 14 de julio de 2016 en el asunto Granarolo. Este asunto vuelve a poner en relieve aspectos interpretativos en relación al Reglamento Bruselas I que van a afectar al Reglamento Bruselas I bis como son lo que debe entenderse por materia contractual, por un contrato de compraventa o por un contrato de prestación de servicios. Pero la realidad es que esta interpretación va más allá de los aspectos puramente técnico jurídicos. Estas cuestiones que se plantean en la sentencia implican retos que las partes en un litigio transnacional en la Unión Europea deben tener en cuenta a la hora de organizar la estrategia procesal a seguir.
The goal of this paper is to analyze the ECJ judgment of 14 July 2016 in the Granarolo case. This issue highlights again interpretative aspects in relation to the Brussels I Regulation that will affect the Brussels I bis Regulation. These are what to must be understood by contractual matter or by a contract of sale or of provision of services. But the reality is that this interpretation goes beyond the purely technical and legal aspects. These issues that arise in the ruling imply challenges that the parties in a transnational litigation in the European Union must take into account when organizing the procedural strategy to be followed.