Leioa, España
Las investigaciones sobre mujeres presas y sus consumos de drogas son muy escasas en nuestro contexto y necesitan de un utillaje teórico que ayude a la comprensión de sus trayectorias vitales. En el presente artículo pretendo introducir la perspectiva interseccional en las experiencias de las mujeres encarceladas, poniendo especial foco en el consumo de drogas, para lo cual he tomado un relato de vida de una de las mujeres entrevistadas en la cárcel, que nos permita indagar en cómo los ejes de desigualdad que habitualmente se presentan como acumulados en la investigación sobre mujeres presas, se articulan de manera compleja y diversa. La herramienta teórica de la interseccionalidad nos permite adquirir una mayor comprensión al fenómeno de las mujeres encarceladas que han consumido drogas, de manera que se puedan apreciar tanto los condicionamientos estructurales, como las opciones han ido tomando en cada momento dentro de la maraña de circunstancias de desventaja en que se ven inmersas. Esta es una perspectiva que ya estaba presente de manera intuitiva desde los albores de la criminología feminista en el mundo anglosajón y que ahora puede desarrollarse más ampliamente gracias a las nuevas aportaciones en este campo de los estudios de género.
Research on women prisoners and drug use is scarce in our context and needs theoretical tools to understand their life paths. In this article, I introduce an intersectional perspective on the experiences of women in prison, with particular focus on drug use. To illustrate this, I draw on the life story of one of the women interviewed in prison, in order to explore the axes of inequality in the lives of women in prison. These are usually presented as accumulated and articulated in complex and diverse ways. The theoretical tool of intersectionality allows us to gain an understanding of the phenomenon of women prisoners who have used drugs. This includes both the structural constraints in which they were embedded and the decisions they made, considering the circumstances of disadvantage in which they were immersed. This is a perspective which has already been intuitively present since the dawn of feminist criminology in the English-speaking world and can now be developed further due to new contributions in this field of gender studies.