B. Celano sostiene que nuestro razonamiento práctico está siempre sujeto a un “vaivén de razones” pretendiendo evidenciar que los principios generales de nuestro ámbito moral no resultan adecuados para examinar los casos específicos. En este artículo se admite que las razones contienen siempre un elemento de generalidad, pero el razonamiento jurídico estaría sujeto a principios con excepciones (defeaters). Tendríamos que considerar seriamente tales defeaters y ello conduciría a un tipo de “generalismo moderado” que evalúe propiedades relevantes en cada caso. El razonamiento jurídico sería, además, una especie de razonamiento moral, pero público e institucionalizado.