El Acuerdo Económico y Comercial Global entre la Unión Europea y Canadá (CETA por sus siglas en inglés) fue firmado finalmente el 30 de octubre de 2016. La feroz oposición de Valonia y de su ministro presidente Paul Magnette había bloqueado su adopción durante varias semanas. Acostumbrados al fracaso, los contestatarios del libre comercio pensaron que habían sufrido uno más. ¿Tienen razón?