En el presente artículo se expone cómo aparece y penetra la idea de que la pena debe cumplir el fin de dar satisfacción a la víctima. Se identifica en este proceso la importancia del protagonismo de las víctimas en la política criminal y del empuje desde el Derecho penal internacional, la justicia transicional y la jurisprudencia de los tribunales de derechos humanos. Se analizan críticamente diversas teorías sobre los fines de la pena orientadas a la víctima. Y se estudia qué instintos y mecanismos se encuentran realmente en la base de tal supuesta satisfacción y cómo deben manejarse en el conjunto de los fines de la pena y del Derecho penal.