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La situación excepcional que afronta España, con su repetición electoral y su nuevo sistema de partidos, demanda una mirada a Europa y a sus coaliciones gubernamentales. Pero si de la necesidad del pacto debería surgir la virtud del buen Gobierno, también somos conscientes de un panorama europeo tan preocupante como desolador. Sin embargo, nadie dijo que la democracia pluralista fuera tarea fácil; y tampoco lo fue en su traslación a un parlamentarismo, mal llamado racionalizado, que –a pesar de buscar la estabilidad de los Gobiernos– no se olvidó de constitucionalizar su fundamentación axiológica en la dignidad de la persona. De ahí el peligro que puede representar para la salud democrática las recurrentes apelaciones a plebiscitos y referendos populares como resolución binaria y aritmética –SI o NO por mayoría de votos– de los problemas mucho más complejos a los que se enfrentan España y Europa.
Spain is living an exceptional situation with its new electoral processes and the important changes to its political system. That is why we need to observe Europe and its coalition governments. However, the virtue of the agreement between political parties to make a broader government is not enough, because we are also aware of the very worrisome and desolate outlook from Europe. But nobody said that plural democracies and its «rationalized» parliamentarism would be an easy task. This German model sought government stability after the Second War World but it did not forget human dignity and substantial democracy. So, be careful with the demagogic claims for plebiscites and popular referendums when the new leaders want to resolve the complex problems of Europe and Spain through this new panacea: binary questions and arithmetic sum of votes, i.e., YES or NO from a mere majoritarian principle and its procedural tyranny.
