Se aborda la representación cinematográfica de la migración interna del campo a la ciudad en Brasil. Se parte del análisis de tres filmes, Vidas secas (1963) de Nelson Pereira dos Santos; La tierra quema (1964) de Raymundo Gleyzer, y Viramundo (1965), de Geraldo Santo, en los cuales se aborda lo que fue la coyuntura sociopolítica del sertao, región semideséritca del nordeste de Brasil, de donde los campesinos excluidos de las políticas desarrollistas, entonces en boga, tuvieron que salir hacia las grandes urbes en búsqueda de una vida mejor.