El liderazgo de los partidos políticos, después de las elecciones presidenciales de 2006, ha sido determinante para colocarlos como una oferta política competitiva. El sistema de partidos arroja pluralidad y diversidad, pero con una concentración en tres partidos dominantes. El tipo de liderazgo no posee características carismáticas, sino administrativas, fuertes, intermedias y débiles. El PRI y el PAN se presentan como las organizaciones con mayor institucionalización en su estructura burocrática, mientras el PRD se presenta como el más conflictivo en el control de sus fracciones internas. En el contexto actual, el liderazgo de los partidos arroja que en el PAN existe una disposición abierta y negociadora, el PRI mantiene disposición al diálogo; mientras el PRD muestra una indefinición ideológica del proyecto a seguir, principalmente, por las diferencias entre las fracciones internas.
The leadership of political parties after the 2006 presidential elections has been determined to place a competitive bid policy. The party system produces plurality and diversity, but with a focus on three dominant parties. The kind of charismatic leadership has no features, but administrative, strong, intermediate and weak. The PRI and PAN are presented as more organizations institutionalize its bureaucratic structure, while the PRD to be the most controversial in the control of its internal parts. In the present context, the leadership of political parties shows that the PAN is an open and available to negotiate, the PRI maintained readiness for dialogue, while the PRD has shown an ideological vagueness of the project to continue, mainly because of the differences between the internal fractions.