Los profesionales son el recurso más valioso del sistema de servicios sociales y deben de cuidarse para poder cuidar. Cada día se enfrentan con historias de superación, pero también de dolor y de frustración, que los confrontan con ellos mismos. El artículo quiere contribuir a la generación de consciencia sobre los efectos que produce en los profesionales trabajar con situaciones de riesgo psicosocial y promover la atención y la proactividad en lugar de instalarse en el malestar. De lo contrario, este malestar se traslada al interior de los equipos y también, en última instancia, a las personas atendidas. Para ello, se fundamentan diez propuestas teórico� prácticas: la interdependencia, la inteligencia colectiva, el doble cuidado, atender la subjetividad, dotarse de una mirada molecular sobre las situaciones, la confianza, el volver a la palabra, la creatividad y el cuidado, investigar para cuidar y cuidarse y, por último, la supervisión social como forma de atención y autocuidado. Todas ellas son las reflexiones que resultan de una práctica sistematizada y del estudio realizado durante el ejercicio de supervisiones con diez equipos y sesenta profesionales del ámbito psicosocial, con el propósito de contribuir a la construcción de una mirada colectiva y así fundar una cultura del cuidado profesional.