El contexto social actual está protagonizado por una ciudadanía diferenciada o multicultural. La titularidad de derechos fundamentales de los sujetos integrantes y el valor de la dignidad humana como valor cualif icado debe regir las relaciones, incluso en el caso de que tales derechos deban ser limitados. Para Ferrajoli son derechos fundamentales todos aquellos derechos subjetivos que corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto dotados del status de ciudadanos o personas con capacidad de obrar, entendiendo por derecho subjetivo cualquier expectativa positiva o negativa adscrita a un sujeto por una norma jurídica positiva. Los derechos fundamentales son universales y ese universalismo puede relacionarse, según Ferrajoli, con el multiculturalismo. Dicha universalidad no debe entrar en contraposición con la identidad cultural.