Los cuatro millones de electores escoceses deberán decidir el 18 de septiembre si quieren abandonar el Reino Unido. Al defender el estado del bienestar contra los ataques asestados por todos los gobiernos de Londres desde 1979, los nacionalistas no cesan de progresar. Pero, frente a las amenazas del caos económico esgrimidas por los partidarios del "no", su proyecto llega a difuminarse.