En el trabajo, en muchos casos, la "cultura de la empresa" y la motivación de los asalariados han reemplazado a las estructuras restrictivas. Pero en alos sectores, como el mundo de la consultoría y de la banca, es difícil persuadirse de que se actúa por el bien de la humanidad. Paradójicamente, la amargura puede entonces revelarse como un aliado potente del management y garantizar la cohesión de los equipos de trabajo.