En el siglo XVI, el filósofo florentino Nicolás Maquiavelo abrió el camino al pensamiento político moderno. A menudo se asocia su nombre a la acción de gobernantes cínicos y manipuladores. Forjada por sus detractores, esta "mala reputación" esconde realmente a un auténtico teórico de la libertad y del poder popular.