El intenso proceso de la digitalización vivido por la sociedad española ha alumbrado el nacimiento de la primera generación de jóvenes digitales. Esta generación debe interactuar con unos sujetos y estructuras analógicos, lo que pone de relevancia la existencia de divergencias entre sus esferas comunicativas. La adaptación de ambas esferas constituye un imperativo para las instituciones con competencias en políticas de juventud, organismos que tienen en los nativos digitales su segmento prioritario. El presente artículo efectúa una aproximación a los canales 2.0 que las entidades autonómicas de juventud utilizan para comunicarse con los jóvenes digitales para determinar la correspondencia existente.