En la sociedad actual las uniones more uxorio tienen un elevado grado de vigencia y aceptación social. Esta modalidad de convivencia despliega una serie de efectos personales y patrimoniales que es necesario regular, para evitar conflictos de intereses propios y ajenos. Nos proponemos en este trabajo reflexionar sobre la reciente Ley 5/2012, de 15 de octubre, de uniones de hecho formalizadas en la Comunitat Valenciana, pionera en muchos aspectos, y en la que se regulan aspectos personales y patrimoniales derivados de dichas uniones, con una equiparación muy similar al matrimonio, y que nos permite también reformular cuestiones acerca de los principios de igualdad y no discriminación, así como redefinir el concepto de familia, más allá del matrimonio.