Este artículo se basa en un proyecto I+D1 contextualizado en las universidades públicas catalanas y desarrollado para mostrar el estado actual de la evaluación del aprendizaje en la universidad y las características de una buena práctica de evaluación de competencias; también pretende proponer tendencias de mejora curriculares, metodológicas e institucionales que transformen y redefinan la organización y la didáctica exigidas por la universidad de nuestro tiempo. La metodología utilizada ha combinado un estudio descriptivo �mediante un cuestionario a una muestra de profesores� y otro interpretativo, mediante un estudio de casos múltiple. Los resultados apuntan a que los profesores valoran las experiencias de diseño y evaluación de competencias en las universidades catalanas y que dichas experiencias implican costes que solo podrán ser aminorados desde perspectivas colegiadas. Ni la preparación técnica ni la voluntad de cambio son como los obstáculos más importantes. En cambio, se percibe una débil articulación organizativa y un bajo liderazgo curricular, relacional y social.
Estos aspectos deben ser reforzados para dejar paso a un cambio relevante en la calidad de la formación universitaria; de hecho, son demandas actuales de los profesores. Concretamente, el artículo ofrece datos y reflexiones sobre el importante e inexcusable papel de las estrategias institucionales en los niveles intermedios de gestión universitaria para la puesta en marcha, la consolidación y el éxito de las iniciativas de diseño y evaluación de competencias en las universidades estudiadas. Sin abordar el asunto desde el ámbito institucional para articular y complementar los esfuerzos de adecuación de los procesos de enseñanza-aprendizaje que los profesores desarrollan a título individual, no será posible ofrecer una formación que realmente despliegue competencias profesionales.