El presente trabajo compara el sesgo, precisión y capacidad explicativa del modelo de valoración de Ohlson (1995) frente a los tradicionales modelos de descuento de dividendos, de resultado residual y de flujos libres de caja, utilizando una muestra de empresas españolas cotizadas en el periodo 2000-2008. El estudio replica el comportamiento que, en la práctica, llevaría a cabo un analista cuando se enfrenta a la tarea de estimar el valor de las acciones de una empresa, obteniéndose que el modelo de valoración más preciso es el de Ohlson (1995) que considera la variable "otra información" y que utiliza persistencias intermedias tanto para la evolución futura de los resultados anormales