La Junta de Andalucía continúa su iniciativa de renovar la imagen de Andalucía hacia el exterior a través de sus campañas turísticas. La última de 2008 presenta novedades inteligentes e importantes en la construcción de una imagen de la Comunidad Autónoma exenta casi de tópicos, intentando mantener un equilibrio entre la modernidad y lo esencial identitario. Se analizan en este artículo los rasgos visuales y auditivos que contribuyen a dicha generación de un nuevo prototipo deseable basado en la emoción y el bienestar.