En América Latina, el porcentaje de estudiantes que abandonan la secundaria antes de haber terminado su escolaridad es significativo, lo que conlleva un alto costo para los estudiantes, las familias y los países. Sorprendentemente, muchos de los países no han prestado la atención debida a la deserción, que afecta principalmente a los más pobres. Las estrategias para prevenir la deserción son débiles e inefectivas y la deserción no sólo no se detiene sino que tiende a aumentar. En este artículo se usa el caso de Chile como referencia para analizar las debilidades y fallas de las políticas de prevención implementadas y se discuten opciones de política que la literatura internacional muestra como más promisorias en cuanto a su efectividad. Se trata de políticas basadas en la descentralización de decisiones y responsabilidades a las administraciones locales y en la acción coordinada de todos los niveles de la administración educativa, incluyendo a las familias y a la comunidad. El artículo destaca la magnitud del problema de la deserción juvenil y propone alternativas de política que podrían conducir a un aumento gradual del porcentaje de estudiantes que completen su escolaridad y así, enfrenten mejores opciones en su futuro.
In Latin America, the percentage of students that leave secondary school without graduating is high and involves sigificant costs for the students, their families and their countries. Surprisingly, many countries have not paid the necessary attention to secondary school dropout, which mainly affects poor students. Strategies to prevent dropout are ineffective and dropout rates not only don´t drop but tend to increase. The case of Chile is used in this article as a reference to analyse the weaknesses and faults of implemented policies and alternative policy options recommended as promising by the literature are discussed. They are based on the decentralization of responsibilities and decisions to the local level administration and on the coordinated action of all stakeholders involved, including communities and families. The article highlight the magnitude of the secondary dropout problem and proposes policy options that may lead to a gradual increase of the percentage of students that finish school and thus, face better options for their future.