La producción de frutas, nueces y bayas, hortalizas y melones y otras especialidades hortícolas que van desde los cultivos bajo invernadero a los árboles de Navidad, champiñones y césped (agricultura FVH), ejemplifica la agricultura industrial estadounidense, en el sentido de que las ventas por unidad de producción son mayores que la media, los trabajadores asalariados hacen la mayor parte del trabajo y la mayoría de éstos son inmigrantes. Históricamente, la agricultura industrial se asociaba a regiones específicas no a productos particulares.
Los estados del sudoeste en los que se desarrolló la agricultura a partir de 1870, gracias al riego y a las infraestructuras de transporte, elaboraron las características básicas del mercado de trabajo de la agricultura industrial; esto es, contratistas o capataces bilingües de trabajo agrícola (FLCs) que organicen a los trabajadores en cuadrillas para emplearlos en trabajos agrícolas temporales, trabajadores (in)migrantes quienes no tienen otra opción para trabajar en los EE.UU. y que aceptan el hecho de que serán pagados sólo si hay trabajo disponible, y empleados agrícolas que se organizan para tratar con el Gobierno en materia de trabajo e inmigración.