La televisión, desde su nacimiento por los años cincuenta, pretendía ser cultural, utilizaba su monopolio para imponer unos productos con pretensiones culturales y formar los gustos de la audiencia. Además, entre mediados de la década de los 60 y principios de los años 80, tuvo lugar la implantación en el ámbito nacional de la primera generación de canales culturales. BBC-2 (Gran Bretaña), TVE-2 (España), ARD-3 (Alemania), FR-3 (Francia), RAI-3 (Italia). Estos canales son las segundas y terceras señales de los entes públicos de radio y televisión y tendieron a una diversificación de los contenidos programados con un fuerte componente de carácter cultural (música, cine, literatura, artes plásticas, teatro, etc.).
Sin embargo, en la última década del pasado siglo se dio un fenómeno de doble dirección. Por un lado, la competencia cada vez más encarnada entre las televisiones generalistas, que, salvo contadas excepciones, relegaron los programas culturales a espacios cada vez más marginales en la parrilla de programación y sin apenas autopromoción en dichas. Por otro, surgieron en distintos países canales temáticos dedicados a diversos aspectos de las culturas y cuyo principal objetivo es la emisión de productos de calidad.Estas señales con carácterinternacional llegan a todos los rincones del planeta a través de las plataformas digitales de televisión de difusión satelital. Son canales que están en continua inquietud por la renovación, tanto en la imagen como en la búsqueda de los mejores contenidos.
El equilibrio existente en la programación televisiva donde se separaban los géneros y se delimitaban las franjas horarias ha dado lugar a un sistema donde se proyectan de manera confusa géneros y formatos. Todo ello dentro de un contexto económico bastante dramático de encarecimiento de produccióny de intentos desesperados de reducción de costes. Y el efecto más evidente de lo dicho es que los enfoques culturales han ido menguando en la TV pública olvidando algunos de sus principios, enfoques que nunca existieron en la televisión privada, y esto ha sido debido a la loca carrera por alcanzar una audiencias lo más alta posible, ofreciendo a los telespectadores productos sin refinar, cuyo paradigma son los nuevos formatos surgidos como eltalk-sohw, reality show o lateshow.
Y es que hablar de calidad en la televisión no tiene por qué identificarse única y exclusivamente con la emisión de programas culturales como el teatro, música de calidad, el cine, los programas sobre libros, sino también toda una serie de programas divulgativos de carácter social y de servicio público, de investigación científica, folklore, programas documentales en todas sus disciplinas, algunas series que, sin duda, tienen un gran nivel de calidad y además un gran reconocimiento por parte del público, o algunos programas de humor que requieren una buena dosis de creatividad e inteligencia. Incluimos también en este ámbito algunos programas de debate y entrevistas, que tienen un buen planteamiento y, por tanto, pueden servir para la difusión cultural y para la reflexión. Y es que, cuando sereclama una mayor calidad en la televisión, no nos referimos sólo a que existan programas específicamente culturales, sino, en gran medida a que la programación en su conjunto esté impregnada de un mayor nivel cultural.
Last decades of past century, there appeared a double-sided phenomenon. On one hand a crudest competence among general TV networks and therefore, with hardly some exceptions, TVnetworks marginalized cultural programs to the borders of timetable grids. On the other they appeared TV thematic channels devoted to different elements of culture with an aim of high quality products. The broadcast of this internationalist network TV arrive everywhere thanks to digital TV platforms. These new TV networks are in a continuous process of renovation both of searching new content and image. The previous balance in TV broadcast where genres were distinguised and there was a coherent timetable have disappeared. Now the system mixes genres and formats. The economic context also is confusing with the high increase of production costs combined with a policy of downsizing. As a result, cultural approaches have been decreasing in public network TV and previous criteria for culture in TV have been left aside. Thesecultural approaches never existed in private network tv because its principal aim is to achieve the highest share by means of raw products in new formats such as talk-sohw, reality show and lateshow