Jesús Manuel de Miguel Rodríguez
En España, hasta ahora no se podía relacionar la calidad de las universidades con el gasto que suponen. En el año 2002, por fin, se pueden calcular esas dos variables gracias a la publicación de los datos del Instituto Nacional de Estadística y de la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas). La estrecha relación entre calidad y gasto que demuestran los datos que se incluyen aquí obliga a replantearse la relación entre recursos y resultados, incluso la supuesta autonomía universitaria. Teniendo en cuenta que son variables diferentes, y calculadas de forma independiente, la relación es más llamativa aún. Sin embargo, hay universidades que se escapan -relativamente- a esa relación causal, lo que permite valorar la importancia de las variables de contexto y de funcionamiento. En la Sociología de las Organizaciones faltan estudios serios sobre la universidad en España. Con la nueva Ley Orgánica de Universidades (6/2001) y el Decreto de Habilitación/Acceso (744/2002), el sistema universitario español (92% público y 8% privado) está transformándose más de lo que los sociólogos/as suponen. Los datos de esta nota de investigación resumen un centenar de variables analizadas en el estudio Excelencia: Calidad de las universidades españolas (publicado por el CIS en 2001) y miles de datos concretos de universidades públicas y privadas. Por primera vez, las españolas son evaluadas en su productividad y calidad, observándose una diversidad que suponen una creciente competición por los/as mejores estudiantes, profesores, investigadores y PAS. Los datos permiten también avanzar en un debate importante sobre la posibilidad de crear en España un modelo de universidades-investigadora que sea competitiva a nivel internacional. Desgraciadamente, ese cambio sucede en pleno proceso de descentralización universitaria, por lo que el diseño de esas (pocas) universidades-investigadoras de prestigio internacional recaería en las diecisiete Comunidades Autónomas.