Desde los atentados del 11 de septiembre, se observa una renovada tendencia a analizar lo que ocurre en el mundo árabe a partir de las referencias religiosas que aparecen en los discursos de los actores sociales y políticos. Se buscan las pruebas de una relación entre lo que dicen el Corán y sus exégesis posteriores con los comportamientos de los violentos. Estos últimos son asimilados sin más a los islamistas, con la deriva frecuente hacia generalizaciones abusivas que engloban al conjunto de los musulmanes. Para superar este tipo de cuestionamientos, que poco pueden aportar al conocimiento de las lógicas sociales y la política del mundo árabe, en este artículo analizamos algunos aspectos significativos del islamismo. Presentamos algunos elementos de definición de lo que es el islamismo, y abordamos dos cuestiones centrales, a saber: la compatibilidad de la agenda islamista con los principios de la democracia liberal, y la concepción del papel que se le reserva a la mujer. Asimismo, tras exponer las distintas tesis que dominan las interpretaciones sobre el islamismo y su futuro, aportamos algunas reflexiones sobre la necesidad de recuperar la metodología de las ciencias sociales para analizar la situación política y social en el mundo árabe.