No se trata de definir qué se entiende por economía social, pues esto ya se ha hecho en otros capítulos de esta obra. Pero sí conviene preguntarse por qué hablar de sus organizaciones representativas? Lo que viene a ser: indagar sobre su significado social para que merezca ser resaltada su presencia. La economía social es una forma específica de hacer empresas que tiene comportamientos dinámicos y ágiles, así como una incuestionable presencia en la sociedad. Posee un potencial de crear y desarrollar empleo por encima de los diversos esquemas económicos. Su ritmo de crecimiento hace que sea considerada como una actividad económica a potenciar y a tener en cuenta como interlocutor social. Este potencial de crecimiento ha sido reconocido y apoyado por la Comisión Europea, que envía Directrices y orientaciones a los Gobiernos, aconsejándoles potenciar el sector de la economía social. La fuerza de crecimiento de la economía social se fundamenta en la energía que tienen los sectores de población que acometen sus propios proyectos empresariales desde la fortaleza y el arrojo del emprendedor, que reacciona para ser protagonista de su propia empresa. Se desarrolla también en zonas geográficas donde el inversor tradicional no actúa porque no responden a sus criterios de rentabilidad, en núcleos de población cuyo acceso al trabajo no tenía más alternativa que la construcción de su propio proyecto empresarial, o en sectores económicos que se han desarrollado gracias a este tipo de empresas, por ejemplo, la agricultura donde el peso de las cooperativas ha sido determinante en su evolución