Los procesos educativos en la sociedad han tenido diversos cambios de acuerdo al momento histórico vivido y a los requerimientos económicos, políticos y sociales previstos. Cada estructura educativa organiza y plantea el eje sobre el cual va a centrar el proceso de formación, pasando por un ideal de educación moral, educación integral, educación en valores, pero todas ellas con una mirada desde el desarrollo humano. El concepto de Desarrollo Humano se ha ido transformando, pues en un primer momento aparece en el campo económico como una forma de identificar el bienestar de un país. Pero es a partir de la década de los 80 donde se tratan de ver y entender los desequilibrios generados por la economía, siendo Amartya Sen quien ubica el bienestar de los ciudadanos como principal objetivo de las políticas de desarrollo que no solo pueden estar asociadas a los niveles de ingreso sino al desarrollo de las personas. Posteriormente el concepto de Desarrollo Humano es tenido en cuenta en el campo educativo como una forma de reconocer a la persona como eje central del proceso, donde ella se constituye como tal, pero a la vez hace parte de un colectivo que incluye diferentes contextos (social ¿ político ¿ económico ¿ cultural ¿ geográfico ¿ educativo), elementos que se permean de diferente forma en las estructuras curriculares. Existe una tradición que ha caracterizado las estructuras curriculares, las cuales se han reducido a una forma instrumental y operativa con currículos asignaturistas descontextualizados, por ello hoy en día existen planteamientos curriculares donde se ha empezado un proceso de reconceptualización que supone recrear la función social, cultural de la escuela, el maestro y el estudiante.