Aventurarnos a considerar a las organizaciones educativas y al colectivo de profesionales en educación como organizaciones y trabajadores del conocimiento, sólo es posible a partir de una primera reflexión sobre algunas preguntas clave: ¿qué entendemos por conocimiento?, -cuáles son los principales enfoques en los modelos de gestión del conocimiento?, y sobre todo, -cómo estos modelos pueden aplicarse a nuestro entorno organizativo? Nuestro propósito es abordar en un primer momento estas cuestiones, dejando un espacio para la reflexión sobre las posibles aplicaciones, utilidad o valor de este enfoque en el ámbito educativo