Hoy por hoy, se habla constantemente de la necesidad de la reforma universitaria y muchísimos esfuerzos se han realizado para alcanzarla, generándose la necesidad de buscar un lugar de intercepción y análisis de términos como: conocimiento, educación superior, sociedad, trabajo, innovación, libertad y evolución. Todo ello, con el propósito de fundamentar por qué es necesario crear dispositivos de reforma en los diferentes niveles de la educación superior. Este artículo pretende dar una respuesta a las incertidumbres generadas cuando agregamos, en ese mismo ambiente, la post-modernidad, estableciendo un diálogo entre todos estos elementos y prestando particular atención a la siguiente interrogante: ¿puede un proceso de formación universitario, que ha sido usado como una fuente extrema de exclusión social, transformarse en el vehículo de desarrollo humano-social real?.