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En los últimos años se ha acentuado la sensibilidad social en relación con la defensa de la competencia. El sector servicios, en muchas de sus actividades, resulta protegido de la competencia debido a las fuertes barreras que dificultan su integración en el mercado internacional y a las restricciones de los agentes económicos beneficiados por la misma. El grado de liberalización de los servicios es muy inferior al del sector industrial. El Tribunal de Defensa de la Competencia ha prestado especial atención al objetivo de introducir e intensificar la competencia en el sector servicios dictando resoluciones y proponiendo la adopción de medidas concretas. Las recientes disposiciones en materia de liberalización recogen algunas de las propuestas y criterios del Tribunal.
