El artículo analiza el impacto político de la pandemia en la educación pública de secundaria en Uruguay en tres planos analíticos que interactúan y se determinan mutuamente: el de la macropolítica, que refiere al sistema educativo en su conjunto y presta particular atención a las respuestas de las autoridades ante la pandemia; el meso, definido como el espacio intermedio entre las políticas gubernamentales y las prácticas educativas de aula; y el micro, que corresponde al centro educativo y al espacio de clase. A nivel macropolítico, la pandemia alteró la estructura del gobierno educativo, reduciendo la autonomía de la ANEP y afectando la participación de los docentes en la toma de decisiones. La reforma curricular, impulsada por la nueva coalición de gobierno entrante, se vio postergada debido a la crisis sanitaria. En la mesopolítica, el Estado Docente se mantuvo firme en su compromiso con la educación de los estudiantes, aunque hubo tensiones en la centralización del sistema. Esto llevó a nuevas formas de coordinación entre las direcciones educativas y a experimentar mayor autonomía. En la micropolítica, los profesores se vieron desafiados por un entorno de enseñanza transformado por la pandemia, adaptándose con recursos limitados y colaborando con colegas para innovar en sus prácticas educativas.
The article analyzes the political impact of the pandemic on public secondary education in Uruguay on three analytical levels that interact and determine each other: that of macropolitics, which refers to the educational system as a whole and pays particular attention to the responses of the authorities in the face of the pandemic; the meso, defined as the intermediate space between government policies and classroom educational practices; and the micro, which corresponds to the educational center and the class space. At a macropolitical level, the pandemic altered the structure of the educational government, reducing the autonomy of the ANEP and affecting the participation of teachers in decision-making. The curricular reform, promoted by the newly elected party coalition, was postponed due to the health crisis. In mesopolitics, the Teaching State remained firm in its commitment to the education of students, although there were tensions in the centralization of the system. This led to new forms of coordination between educational directorates and to experiencing greater autonomy. In micropolitics, teachers were challenged by a teaching environment transformed by the pandemic, adapting with limited resources and collaborating with colleagues to innovate their educational practices.