Una de las principales aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral es la denominada “gestión algorítmica”, que implica una delegación y ejecución de funciones empresariales en sistemas de IA. Al haberse creado y desarrollado la normativa laboral en torno a personas físicas, y no máquinas, la gestión algorítmica puede originar nuevos problemas a los que no se puede hacer frente con la actual normativa. Uno de estos nuevos problemas incide en el hecho de que estos sistemas basan su funcionamiento en correlaciones (no en causas), exigiendo la normativa laboral la concurrencia de causas (no de correlaciones) en la toma de algunas decisiones empresariales. Esta dicotomía puede generar posibles problemas relativos a la inexistencia y/o falta de suficiencia de las causas legalmente exigidas, o la generación de discriminaciones laborales difíciles de detectar. Por ello, en el presente estudio se abordará el examen de estas cuestiones y la propuesta de diferentes soluciones