Madrid, España
Ha sido reseñado en:
Juan Pablo Parra Gutiérrez
Iuslabor, ISSN-e 1699-2938, Nº. 1, 2025, págs. 190-194
Desde los comienzos de los años 90 se viene investigando en los sistemas de reconocimiento automatizados de las emociones. Los sistemas automatizados de reconocimiento de emociones basados en los datos biométricos (rostro, voz, movimiento corporal, entre otros) pueden ser una fuente potencial de información para las empresas sobre sus trabajadores. En el artículo se estudian los casos más recientes que se han suscitado en el plano laboral con un doble propósito: primero, identificar el alcance y contenido de las obligaciones de las empresas que tratan esta tipología de datos de carácter personal; y segundo, comprender que los sistemas de reconocimiento de emociones en el ámbito laboral suponen un salto cualitativo si los comparamos con los controles tradicionales (videovigilancia, email, Internet, ordenador y dispositivos semejantes). Como se verá, este tipo de control de nueva generación sitúa a las personas trabajadoras en una vulnerabilidad extrema y precisan de mayores garantías.
Since the early 1990s, research has been carried out on automated emotion recognition systems. These automated emotion recognition systems, which are based on biometric data (face, voice, body movement, etc.), may be a potential source of worker information for companies. This article examines recent cases arising in the labor setting, with a dual purpose: first, to identify the scope and content of obligations of companies that process this type of personal data; and second, to explain that emotion recognition systems in the labor setting are a qualitative leap as compared to traditional control measures (video surveillance, email, Internet, computer and similar devices). It is shown that these new generation control measures may place workers in situations of extreme vulnerability and therefore require additional guarantees.