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La clase trabajadora tradicional sigue siendo el principal componente de la afiliación sindical. Pero adquiere especial protagonismo el crecimiento de la clase media, que tiene poder sindical por su posición en la estructura ocupacional, así como por su poder asociativo. Ambas clases perciben sus ingresos como suficientes y confortables, están satisfechos con la marcha de la democracia y se orientan hacia el centro-izquierda. Por el contrario, la clase baja de servicios y el precariado tienen una escasa participación en la afiliación sindical; ambos grupos de afiliados perciben sus ingresos económicos como difíciles, están ubicados en los bajos deciles de ingresos, están insatisfechos con la marcha de la democracia y se orientan hacia el espacio político de centro-derecha. Los factores determinantes de la afiliación son los materiales e instrumentales. No los ideológicos. El mundo sindical está fragmentado. Pero el punto de unión está más en el ámbito de la política que en el mercado de trabajo. La confluencia de intereses estriba en la redistribución, en la defensa y sostenibilidad del Estado del Bienestar.
The composition of the union membership continues to be traditionally dominant working class. But the growth of the middle class, which has union power due to its position in the occupational structure, as well as associative power, acquires special prominence. Both classes perceive their income as sufficient and comfortable, are satisfied with the progress of democracy and are oriented towards the centre-left.On the contrary, the lower class of services and the precariat have little participation in unions; both groups of affiliates perceive their economic income as difficult, are located in the low-income deciles, are dissatisfied with the march of democracy and are oriented towards the centre-right political space.The determining factors of affiliation are material and instrumental. Not the ideological ones. The union world is fragmented. But the point of union is more in the field of politics than in the labour market. The confluence of interests lies in redistribution, in the defence and sustainability of the Welfare State.
