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En el marco de un estudio más extenso, resaltamos la figura del monarca Fernando VII y la defensa a ultranza de su soberanía absoluta, en una etapa de crisis de la monarquía marcada por el tránsito hacia el nuevo Estado liberal. La represión definirá su reinado en un intento de erradicar el Liberalismo por todos los medios tradicionales y también algunos nuevos. Porque, para el absolutismo fernandino, los defensores del sistema constitucional eran considerados como los peores criminales para el Trono y el Altar, y reos del crimen de lesa Magestad humana y divina. En su persecución no sólo se empleó la Justicia del Rey, sino que tuvieron gran protagonismo las jurisdicciones especiales eclesiástica y militar. Finalmente, y después de superar las reformas promovidas durante los lapsos liberales de su reinado, gracias a la concentración de poder en manos del monarca, la represión de los delincuentes políticos fue dirigida desde palacio. Labor en la que destacaron, siguiendo los dictados del monarca absoluto, la Secretaría o ministerio de Gracia y Justicia, la Superintendencia General de Policía del Reino y la difusión de una legislación represiva, vía Real decreto.
We highlight the figure of the monarch Ferdinand VII and the staunch defense of his absolute sovereignty in a period of crisis for the monarchy marked by the transition to the new liberal State. The repression will define its reign in an attempt to eradicate Liberalism by all traditional methods and also some new ones. At the Ferdinand’s Absolutism, the defenders of the constitutional system were considered as the worst criminals for the Throne and the Altar, and guilty of the crime of lesa Magestad humana y divina. In his persecution, special ecclesiastical and military jurisdictions played a leading role, because of the crisis of King’s Justice. Finally, and after overcoming the reforms promoted during the liberal periods of his Reign, thanks to the concentration of power in the hands of the monarch, the repression of political criminals was conducted from the palace. Where the Ministry of Grace and Justice, the General Police Superintendence of the Kingdom and the dissemination of repressive legislation had all the leadership.
